VIAJE HACIA EL LAGO TOBA
El viaje al Lago Toba nos lo vendieron como un pack en una agencia de viaje de Bukit Lawang: viaje en 4×4 + ferry = 13 euros por cabeza. Nos dijeron que el viaje por carretera sería de 6 horas y terminó siendo de 11 horas, algo habitual en este país. Junto a nosotros se subió una pareja de surfistas alemanes que hacían un viaje de 3 meses buscando olas por Indonesia, Camboya y Vietnam. Tuvimos que atravesar Medán porque no había alternativa y porque tenían que recoger sus tablas de surf en un hotel de la ciudad. Es indescriptible el caos de tráfico en el que nos metimos. Casi 3 horas sin poder salir de Medán.
Al mediodía paramos a comer en un Padang. Los Padang (también es el nombre de una ciudad de Sumatra ) son algo así como los mc donald’s o donner kebab indonesios. Hay por todos lados. Es un tipo de local que vende siempre el mismo tipo de comida: pollo, ternera, pescado, platos tradicionales y por supuesto arroz y nudelns. Ya está todo cocinado en una vitrina y hay que elegir lo que se quiere comer. Nos costó 3 euros por persona con bebida incluida.
Sobre las 18 hs llegamos por una carretera llena de monos salvajes al embarcadero del ferry que nos llevaría a través del lago Toba desde el pueblo de Parapat a la isla de Pulau Samosir. En realidad no llega a ser una isla porque hay un trozo que se comunica con el continente. El viaje dura 25 minutos. Aunque no se veía mucho porque ya estaba oscureciendo se intuía que aquello era espectacular. Hay una zona de la «isla»donde se concentran los lugares para dormir y el ferry va parando cerca de donde tu le digas que te alojas. Echamos mano del corán lonely planet para saber donde dormir. Elegimos Merling Guesthouse Garden. Este lugar tiene 4 bungalows a la orilla del lago . Lo lleva un indonesio y su mujer alemana. Los bungalows dan a un jardín que termina en el lago donde es posible bañarse. Hay dos con agua caliente (5,5 e por noche) y dos sin agua caliente (4 euros la noche).
Ya había oscurecido así que no había mucho para ver. Caminamos un poco para reconocer la zona donde estábamos y buscamos un lugar para comer. Encontramos una casa / restaurante. Dentro vivía la familia y tenía cuatro mesas en el jardín de su casa donde te daban de comer. Ese día descubrimos la soto ayam (sopa de pollo) y ya no paramos de pedirla. La mejor.
UN MES EN INDONESIA 